El neerlandés pertenece a la familia de las lenguas germánicas.

Ésta se divide en tres ramas: el germánico oriental, el germánico norte y el germánico occidental.
Estos subgrupos lingüísticos fueron creados por las migraciones de las tribus germánicas en el primer milenio antes de Cristo hacia el norte de Europa.
El neerlandés, el alemán pertenecen junto con el inglés y algunos idiomas menos comunes, como el Yiddish, a la rama germánica occidental de esta familia lingüística.

Una familia de idiomas es un grupo de idiomas que están (con alta probabilidad) relacionados entre sí.
Los primeros intentos científicos de estudiar idiomas datan del siglo XVIII.
Los lingüistas asumieron que los idiomas que tienen ciertas similitudes deben estar basados en una lengua original común. Esa lengua original común también se llama "lengua parental".

En la familia de las lenguas romances, que incluye, entre otros, los idiomas francés, italiano y español, por ejemplo, el latín fue identificada como la lengua madre común.

Aunque la lengua original de las lenguas germánicas no fue tan fácil de identificar como lo es el el latín de las lenguas romances, los lingüistas pudieron reconstruir una lengua parental común hacia finales del siglo XVIII: el Proto-Indo-europeo (también conocido como indoeuropeo).
Se cree que esta lengua original se hablaba hace unos 3000 años y es la base de la mayoría de las lenguas europeas e indias.
En ese momento, el Proto-Indo-europeo se extendió a través de pueblos nómadas por toda Europa y el sur de Asia.
Debido a la colonización, los descendientes de esta familia lingüística se encuentran en todo el mundo. Por ello, la familia germánica pertenece al amplio grupo de lenguas indoeuropeas.